Este mundial se vio cargado de una enorme presión política. Primero, Uruguay se negó a participar como respuesta al boicot de los países europeos entre las cosas curiosas, porque señalaban que estaba muy lejos, y segundo, el jefe de estado Benito Mussolini utilizó el evento como un vehículo de propaganda fascista. Se dice que el dictador le impuso a los jugadores italianos la obligación de coronarse. A final de cuentas lo hicieron, al superar 2 goles a 1 al equipo de Checoslovaquia en la final.
Los 16 equipos participantes fueron: Alemania Nazi, Brasil, Estados Unidos, Países Bajos, Argentina, Checoslovaquia, Francia, Rumania, Austria, Egipto, Hungría, Suecia, Bélgica, España, Italia y Suiza.