Al terminar la Guerra la FIFA le concedió a los brasileños la organización de este mundial, a la que Inglaterra, ausente de los eventos anteriores, finalmente acudió. Se conmemoraba un cuarto de siglo en la presidencia de Jules Rimet, por lo que la copa asumió su nombre.
Por primera y única ocasión no hubo una final como tal. Clasificaron a una última fase Uruguay, Brasil, Suecia y España. Se enfrentarían todos contra todos a una sola vuelta, y el país que acumulara más puntos sería el campeón. Es por ello que para el último encuentro, celebrado el 16 de Julio en el estadio de Maracana, ante cerca de 200 mil aficionados, a los brasileños les bastaba con el empate para obtener su primer título; registraban 4 unidades por 3 de los charrúas, al tiempo que españoles y suecos estaban fuera de la ecuación.
Brasil se fue adelante con gol de Friaca, pero la garra Uruguaya reaccionó por medio de Schiaffino y Ghiggia, éste último al minuto 79. El revés en casa se tradujo en la tragedia de Maracaná, que inclusive provocó suicidios. Y a raíz de esto, el uniforme de los sudamericanos sufrió por una transformación, cambiaron la playera de color blanco por la amarilla que hoy en día conocemos.
