Con el paso de los años cambió el formato de la competición (antes eran solo duelos de eliminación directa), en 1992, en lo que conocemos hoy en día como el torneo de clubes más prestigioso del mundo. Sin embargo, el negoció del espectáculo se ha convertido en uno de lo más grandes protagonistas del siglo XX y no cabe duda que lo seguirá siendo en el siglo XXI.
Este torneo seguirá siendo el espectáculo futbolístico del orbe, y vaya que lo seguiremos disfrutando años tras año. No obstante, es también el más claro indicador de la muerte de la democratización del fútbol.